Aunque faltan los resultados oficiales de las pericias de ADN a los restos que fueron sacados de la fosa en la que supuestamente habían enterrado a Pamela Laime, la fiscala Adriana Giannoni decidió que esta semana abrirá otras tres fosas del sector de tierras públicas del Cementerio del Norte.
De acuerdo a los registros del camposanto, el cuerpo que había sido identificado como NN y que correspondería a Pamela Laime, fue enterrado en la tumba tres, fila dos del sector 50.
El 30 de mayo, la fosa fue abierta, pero según afirmó un miembro del Equipo de Antropología Forense que intervino en la exhumación, ninguno de los cinco cadáveres que estaban allí sería de Pamela Laime, porque el cráneo no tenía las marcas de los hachazos con los que la mataron.
La fiscala ordenó que se realicen pericias de ADN sobre los restos, y para ello tomó muestras de sangre a la madre y a la hija de Pamela Laime. Pero la declaración de una empleada del cementerio despertó las sospechas de que el cuerpo podría encontrarse en otra fosa.
Fuentes judiciales contaron que la empleada afirmó que entre el 18 y el 26 de octubre de 2000, estuvieron abiertas las fosas uno, dos, tres y seis. En esta última fue enterrado un cuerpo al que sólo se identificó como “NN mayor de edad”, sin especificar sexo. Giannoni creería que allí podría estar Pamela.
El juez Federal N° 1 de Tucumán, Daniel Bejas, autorizó a que se realizaran las nuevas exhumaciones, las que se llevarían a cabo mañana o el miércoles.
Bejas había dictado en 2004 una medida cautelar por la que se prohíbe realizar exhumaciones o inhumaciones en el sector 50 (de tierras públicas), ante la posibilidad de que se encuentren enterrados allí restos de personas desaparecidas durante la dictadura militar.
Pamela Laime salió de su casa en Garmendia el 16 de octubre de 2000 rumbo a la vivienda en la que trabajaba como empleada doméstica, ubicada en la capital. Dos días después su madre, Mercedes Saldaño, intentó comunicarse pero la empleadora le dijo que nunca había llegado.
Desde entonces, Saldaño buscó a su hija por todo el país, hasta que en mayo de este año, el comisario retirado Marcial Escobar vio una nota publicada en LA GACETA en la que se hacía mención a la desaparición de Pamela Laime, y recordó que el 17 de octubre de 2000 había sido encontrado el cuerpo de una joven en Ticucho, que nunca había sido identificado. Giannoni comparó las huellas digitales que le habían tomado al cadáver en el 2000, con las de Pamela que estaban en la Maternidad, tomadas cuando fue madre. El resultado fue positivo.
Pasaron 14 años desde el crimen, y la fiscala debe avanzar rápidamente porque en octubre del año que viene la causa por el homicidio estará prescripta. En las dos últimas semanas, Giannoni ha estado investigando si el crimen pudo haber ocurrido en la casa en la que trabajaba Pamela Laime como empleada doméstica (cuya familia vive actualmente en Estados Unidos) o en otra vivienda de San Pedro de Colalao, propiedad de la misma familia. La semana pasada realizó pruebas de luminol en las propiedades, buscando vestigios de sangre en las paredes. Las muestras recolectadas están siendo analizadas.